“Las protestas desencadenadas por la muerte de George Floyd, a manos de la policía de Mineápolis a principios de este mes, continuaron en los Estados Unidos esta semana. Las protestas parecen haber evolucionado hasta convertirse en una mezcla desorganizada y caótica de grupos…”
Los bancos centrales siguen inyectando dinero fiduciario sin soporte en sus respectivos sistemas financieros, para combatir la devastación económica que causó la pandemia del coronavirus.
Conforme más países comienzan a relajar las restricciones y hacen seguimiento a una posible segunda ola del brote, la incertidumbre alrededor de la COVID-19 continúa.
Conforme los estados reanudan la provisión normal de bienes y servicios, los funcionarios de la salud observan con inquietud las estadísticas para determinar si una segunda ola de infección de COVID-19 podría estar en ciernes.
La COVID-19 y las repercusiones de la pandemia mundial se mantienen como la principal inquietud de todos los mercados. En los Estados Unidos, el aumento de las tensiones continúan conforme los ciudadanos expresan su descontento por las extensiones de las medidas de confinamientos y la remoción de sus libertades.
A medida que los países de todo el mundo siguen tomando medidas para reanudar las actividades económicas, los gobiernos inician el largo proceso de recuperación económica.
La COVID-19 y los titulares sobre la batalla en su contra siguen el principal obstáculo de todos los mercados. Se espera que la volatilidad permanezca a niveles extremos, conforme la incertidumbre en torno a la rapidez de la propagación del virus hace incierta la eficacia de los tratamientos de la enfermedad.
COVID-19 es aún el principal «viento en contra» que afecta todos los mercados. La volatilidad se mantiene a niveles extremos. Titulares relacionados con el «achatamiento de la curva» y posibles tratamientos en desarrollo para mitigar los efectos del virus, llevan momentáneamente los mercados al alza.
Esta fue una semana corta de negocios en la bolsa por el cierre de mercados el viernes, en observación de las celebraciones de Viernes Santo y Pascua judía. La volatilidad del mercado se mantiene a niveles extremos.
La continua propagación de COVID-19 sigue siendo el factor que más afecta la volatilidad en todos los mercados. Las medidas de contención de emergencia, promulgadas en todo el mundo para intentar detener el brote, se han hecho más severas en la mayoría de países, lo que ha acentuando el declive económico que comenzó hace semanas.
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